lunes, 30 de abril de 2012

El problema económico del acné


“Le debía a la empresa de tarjeta de crédito más de cinco mil dólares. Estaba alquilando un departamento, pagando la universidad y ahorrando para mi boda y mi futura hija. Mi dieta consistía en fideos y sólo fideos. Y aquí estaba, gastando 500 dólares en una droga milagrosa. Mi novia casi me echa de la casa.” – Scott 

Cuando comencé a escribir este libro, traté de hacer una lista de todo el dinero que había gastado en productos, terapia y remedios milagrosos tratando de curar o controlar los efectos secundarios de mi acné. Me di por vencido cuando llegué a los 10 mil dólares americanos. ¿Por qué? Bueno, en principio, no quería deprimirme por el dinero que había gastado y podría haber ahorrado. Y, honestamente, no podía recordar todos los gastos.

Sin embargo, lo que podía recordar llegaba al enorme monto de 10 mil dólares. ¡Estaba sorprendido! Aunque algunos productos recetados para tratar el acné pueden ser costosos, la mayoría no lo son. Es maravilloso cómo pueden lenta y gradualmente sumar sin que uno se dé cuenta de la cantidad que gasta en ellos – y recuerda que tuve un par de períodos en el medio en los que creía que mi acné había desaparecido y, por lo tanto, gasté $0 en productos relacionados con el acné.

Sólo los norteamericanos gastan $1.4 mil millones por año en tratamientos para el acné y remedios, generalmente sin resultado o con
resultados a corto plazo (¡y ese es el caso de los afortunados!). Seguramente puedas dar fe del tamaño del negocio de venta libre u en Internet de productos de acné – yo sí puedo.

He consultado a más de cinco dermatólogos diferentes y he seguido sus cinco enfoques diferentes cada vez. Como seguramente sabes, los especialitas médicos NO son baratos. Además, el tiempo que uno gasta esperando una plaza en sus agendas o dentro de sus salas de espera podría ser suficiente para escribir las ¾ partes de este libro.

Lo increíble de todas esas visitas a los dermatólogos fue, sin embargo, lo diferente que eran sus enfoques entre sí. Luego de probar todos los productos de venta libre que pude encontrar, mi primer dermatólogo me recetó antibióticos para luchar contra lo que él llamaba “la bacteria productora de aceite en mi cara.” Por supuesto, también me recetó remedios contra las nauseas y problemas estomacales que tenía como causa de los mencionados antibióticos, pero dejaré esa historia para más adelante.

El segundo culpó a mi dieta y me prohibió comer chocolate (sí, sólo chocolate). Luego me recetó una crema y me dijo que la administrara antes de dormir. En vez de que el acné desapareciera, mi piel se puso seca, escamosa y roja. Pero el acné persistía. El tercer dermatólogo me dijo que tenía acné resistente y, por ende, sólo podría controlarlo. Las chances de que desapareciera completamente eran casi nulas. Me recetó las usuales cremas de peróxido benzóico y me deseó buena suerte.

Sorprendentemente, el acné desapareció. Sin embargo, mi dermatólogo no estaba feliz. “Regresará pronto,” dijo. Y tuvo razón.

Mi cuarto dermatólogo fue el que me recetó Accutane, la supuesta “droga milagrosa”. Me dijo que los efectos secundarios podrían ser severos pero eso poco me importó, siempre y cuando el acné desapareciera para siempre. La mala noticia es que también hizo desaparecer mi cabellera. Pero, está bien, eventualmente volvió a crecer y siempre hay un pequeño precio a pagar por lo que quieres ¿verdad?

Equivocado. Un año más tarde, mi acné había regresado. Fui a otro dermatólogo y me recetó un retinoide llamado Retin-A. Supuestamente, funcionaría como el Accutane pero sin los horribles efectos secundarios. Escéptico, lo probé.

Para mi sorpresa, ¡el acné empeoró! Además, por alguna razón, mi piel se volvió de un horrible color rosado-rojizo como si estuviera ruborizado todo el tiempo. El dermatólogo dijo que era normal y que de hecho esto mostraba que el retinoide estaba normalizando el ciclo de vida de las células de mi cara (lo que sea que eso significa). Esperé… y esperé… y esperé. Finalmente, un mes después, dejé de sonrojarme indefinidamente, pero el acné retrocedió a como estaba antes de comenzar el tratamiento con el retinoide. ¡Me sentí completamente estafado!

Fue en ese momento que decidí que mi acné no podía ser curado. Fui a terapia por seis meses y luego intenté la idea del grupo de apoyo por otros seis meses más antes de abandonarlo y comenzar mi propio grupo.

Aprendí – de la forma difícil y cara – que la gran cantidad de productos disponibles sólo demuestran lo difícil que es que el acné desaparezca de tu rostro. Pocos productos de venta libre tienen efectos duraderos y, sin embargo, la industria cosmética hace millones de dólares cada año vendiéndolos. Incluso los que tienen los efectos más duraderos, sólo funcionan por un período de tiempo (¡y tienen los perores efectos secundarios!).

Los rostros perfectos de los modelos que los publicitan no son más que una gran mentira. De hecho, esos productos sólo pueden ayudar a los que tienen casos leves de acné. Para los que tenemos casos de acné medio a severo, todos esos productos y soluciones milagrosas sólo nos enseñan dos lecciones valiosas:

1. Uno puede vender cualquier cosa si tiene una buena campaña publicitaria. 2. Estamos lo suficientemente desesperados para que nos estafen.

Bueno, finalmente es hora de que eso termine. Te mostraré cómo 12 personas como tú pudieron hacerlo de forma rápida y barata – sin nunca reincidir.

1 comentario:

comoeliminarelacne dijo...

Yo gaste gran cantidad de dinero en productos que pudieran eliminar por completo mi acne y nada, solo perdi mi dinero, pero mi desesperacion me llevo a seguir buscando cualquier solución hasta que la encontre y sin gastar gran cantidad de dinero siendo muy efectivo, pues hasta el dia de hoy no he visto un grano de acne mas en mi rostro. Por eso lo recomiendo, por su efectividad. Aqui esta pagina donde lo consegui:

http://www.curatuacneelsecreto.com